La espera de Ramona
Hace mucho tiempo, cuando no había celulares y la luz estaba más barata. Ramona, una señora muy casera, tenía un dilema. Un dilema que solo podría descifrar ella. Algo tan oculto que ni siquiera lo recordaba, de momento.
Tenía el presentimiento de que se olvidaba algo totalmente
fundamental. Hasta que dio vuelta el mes de Junio en el calendario y
cayó en cuenta de que se aproximaba el cumpleaños de alguien muy
especial para ella.
Un día, Ramona tan tranquila como siempre
en su galería llena de flores, recibe un llamado un tanto raro y
oportuno a decir verdad ya que ella odia que la molesten cuando atiende a
sus flores. Era Rosa, la hija menor de Ramona diciéndole que se pusiera
hermosa que iba a visitarla Facundo, su nieto. El cantante de una banda
ochentera asentada en Moreno.
Ramona contentísima se empieza a preparar para recibirlo por todo lo alto a su nieto, la estrella de Rock de la familia.
Barrió, limpió, acomodó y cocinó una rica torta de nueces con azúcar morena que sólo Ramona sabe hacer.
Mientras
esperaba a que se terminara de cocinar la torta, agarró su carpeta de
fotos y cartas de toda la vida. Se puso a recordar bellos momentos,
viejos tiempos y de golpe siente olor a quemado. "¡La torta!" pensó en
voz alta y salió corriendo a apagar el horno. De seguido abrió las
ventanas y encendió el ventilador para que se vaya ese humo pesado.
Luego de ese incidente se tranquilizó y apoyó sobre la mesa la carpeta
que por poco termina en el suelo.
Ya
pasaron varia horas y su nieto no llegó. Se preocupó y llamó a su hija
preguntándole donde estaba su nieto. Que no había llegado porque se
largó a llover casi torrencialmente por la zona y estaba preocupada.
Al rato de haber llamado a su hija, llega su nieto todo mojado y frío, estornudando y lleno de mocos.
Menos
mal que llegó a tiempo para comer el peceto al chimichurri que hace
Ramona y mucho más para el postre que preparó su abuela!